El tema de esta pintura contiene muchos elementos que se derivan de la
antigua mitología Mexicana. La incapacidad de Frida para tener niños la empujó
a adoptar un papel maternal en lo que respecta a Diego. En el centro de la
pintura, como una Madonna, sostiene a su esposo Diego en un abrazo amoroso, que
ilustra la relación combinada de hombres y mujeres. Aunque la mujer es la
figura que alimenta la vida, el hombre tiene el tercer ojo de la sabiduría en
su frente, por lo que dependen el uno del otro.
Abrazando a la pareja humana está la madre tierra Azteca, Cihuacoatl,
hecha de barro y piedra. La figura que está en la parte más externa, la Madre
Universal, abraza a Cituacoatl. En primer plano,el perro Itzcuintli Señor
Xolotl es más que simplemente una de las mascotas favoritas de la artista:
representa a Xolotl, un ser en la forma de un perro que guarda el mundo
subterráneo. En esta pintura, Frida presenta a la vida, muerte, noche, día,
luna, sol, hombre y mujer, todos en una dicotomía recurrente que está profundamente
ligada y se mantiene unida gracias a dos poderosos seres mitológicos.
En agosto de 1947, Frida dibujó un primitivo esbozo de este cuadro en su
diario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario